Brasil impulsó la mezcla de energía más renovable del mundo industrializado.
Para mantener este estado, al mismo tiempo que siguen haciendo crecer su sistema eléctrico para servir a millones de nuevos clientes, el país está planeando una gran expansión de la energía hidroeléctrica en la cuenca del Amazonas – uno de los sistemas ecológicos más importantes del mundo.
Si bien la energía hidroeléctrica es ampliamente aceptada como una fuente de energía más limpia que los combustibles fósiles, los grupos ecologistas dicen que los proyectos de represas en el Amazonas, hogar de una quinta parte del agua dulce de la Tierra, sólo ayudará a salvar los pulmones del mundo a expensas de la obstrucción de sus arterias.
La construcción de represas en el Amazonas también ocasiona el poner en peligro la biodiversidad y el sustento de los indígenas.
Por otra parte, la investigación académica muestra el cambio climático podría reducir gravemente la capacidad hidroeléctrica de Brasil en las próximas décadas.
Pero Brasil tiene la promesa de llevar electricidad a las comunidades pobres y una creciente clase media, al igual que en otros países.
El tema será parte importante dentro de la Conferencia de las Naciones Unidas de este verano sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro.
Muchos en Brasil ven la expansión de la energía hidroeléctrica en la Amazonia como una forma de aumentar el acceso sostenible a la energía.