por Gabriel Neuman |
Última Actualización: octubre 19, 2011 Desde sus orígenes hace ya varias décadas, los temas y las prioridades comúnmente agrupadas bajo el título de “sostenibilidad” han crecido de manera constante y significativa en complejidad e importancia para los miembros del consejo y ejecutivos de las empresas en todos los la industria y parte del mundo.
Como complemento a esto, ha sido una disposición cada vez mayor de los gobiernos y los reguladores el tomar un papel activo en ordenar la conducta orientada a la sostenibilidad y la presentación de informes por los sectores comerciales e individuales de la sociedad.
El impacto en el negocio del “imperativo de la sostenibilidad” como lo hace tocar los múltiples aspectos de los materiales de aprovisionamiento, las cadenas de suministro, los procesos de producción, marketing, recursos humanos, y especialmente, el despliegue de capital, es visto por muchos como el tiempo de transformación para los negocios globales, como una “Segunda Revolución Industrial”.
Sin embargo, la “mayoría de edad” de la sostenibilidad no ha sido una progresión suave y constante. A pesar de las reclamaciones que brillaban intensamente sobre las grandes oportunidades en la “economía verde”, muchos empresarios se muestran escépticos de que el retorno de la inversión en la sostenibilidad de las inversiones relacionadas con la organización y el reajuste puedan alcanzar niveles satisfactorios.